martes, 29 de marzo de 2011

N.A.D.A

Hoy miré al pasado para encontrar un gran hueco que llevaba tu nombre. Encontré un par de cartas de amor con alguna que otra falta de ortografía totalmente fuera de lugar a tu edad, las entradas de un gran concierto, uno de los discos de Lou Reed (siempre me gustaba compararte con él, aunque tu luego decías que le odiabas), un par de polaroids que nos hicieron en uno de esos garitos que soliamos frecuentar y mil recuerdos.
Como cuando corriamos por las calles de esta mierda de ciudad, nos escondiamos en los parques, pensabamos que alguien no seguiría, pero no, nunca fuimos tan importantes. ¿cómo pudimos creer que tendriamos la suficiente relevancia como para poder ser perseguidos por yo que se quien? Y de esto tampoco hace tanto tiempo.
Recuerdo las primeras filas de nuestros conciertos. Gritábamos, nos mirábamos, sonreiamos. Por ese orden. Bueno, a veces en otro orden, pero siempre era lo mismo, el mismo amor en nuestros gritos, la misma pasión en nuestras miradas, la misma lujuria en una sola sonrisa. Horas haciendo colas, horas despues de cada concierto, horas invertidas en cada mínimo detalle de nuestra vida.
Como cuando el móvil nos sonaba y pensábamos que seria el otro. Pero no, no era así. A nosotros no nos hacia falta el telefono para entendernos. Sabiamos donde quedabamos, a que hora, para hacer el qué... lo sabiamos siempre, como si fueramos superheroes que se leen la mente entre ellos, exactamente lo mismo.
Hoy quise volver al pasado, para poder agarrarte de la mano, para volver a ser los que antes éramos. Me di cuenta de que nuestro superpoderes estaban fallando y hoy, te mandé un sms en busca de una respuesta, pero como era de presuponer, nunca recibiré nada. A falta de contestación volví a nuetsro lugar, a nuestra hora, a nuestra mesa, a nuestro café con leche. Nada.
Ya no queda nada.
N.A.D.A

No hay comentarios:

Publicar un comentario